El casco histórico de Los Silos presenta numerosas muestras del patrimonio histórico, artístico y cultural de Tenerife. El origen de este asentamiento poblacional hay que buscarlo en el siglo XVI, una vez finalizada la conquista de la isla. Las primeras edificaciones se articularon entorno a la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, localizada en la plaza de mismo nombre. En torno a este punto se construyeron las primeras viviendas, la ya desaparecida alhóndiga, el convento y la casa parroquial. La entrada al pueblo se realiza a través de una calle adoquinada, que se ha convertido en uno de sus elementos más característicos. En las proximidades encontraremos la zona central del casco municipal de Los Silos. Un paseo por sus calles permite descubrir la vida cotidiana de los silenses, conocer buena parte de su legado histórico y disfrutar de la belleza de este pintoresco pueblo de la conocida como Isla Baja. En la visita merece la pena centrar nuestra atención en las numerosas muestras de arquitectura cívico-religiosas. Sobresale la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, edificada en la segunda mitad del siglo XVI gracias al tesón de los vecinos y elevada a parroquia a principios de la siguiente centuria, también por iniciativa popular. El templo, a lo largo de los siglos ha estado sometido a numerosas ampliaciones y reformas. En su interior alberga piezas de orfebrería, esculturas y pinturas de incalculable valor artístico como la Cruz Procesional (XVI) y la Corona Imperial (XVII), que porta la virgen en las grandes solemnidades. Otro de los edificios que debe ser visitado es el exconvento de San Sebastián, fundado en el año 1649 por el capitán Sebastián Pérez Espinosa y su esposa Luisa Francisca Montañez. Tras ser restaurado a finales del pasado siglo XX, el espacio pasó a desempeñar diferentes servicios. En la actualidad, acoge la Biblioteca Municipal Pública y la Sala Pérez Enrique, dedicada a proyecciones, presentaciones, exposiciones, etc., y la sala donde se sitúa el Centro de Visitantes de Los Silos. Asimismo, destaca como muestra arquitectónica la Casa de Los Trujillos (XVII), actual sede del Ayuntamiento, situada en la Plaza de la Luz. Dentro de esta parada conoceremos el Centro de Visitantes de Los Silos, integrado en la Red Insular de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife. El centro recoge una exposición centrada en la difusión del patrimonio histórico y natural del municipio de Los Silos y pretende, además, ser una herramienta clave en el acceso a la oferta cultural y turística del pueblo.

Como su nombre indica, la agricultura ha desempeñado un papel fundamental en la vida de este caserío. Localizado en la zona de medianías, a 500 m. s. n. m. aproximadamente, y rodeado por montañas, este pequeño pueblo conserva todo el encanto del mundo campesino del norte de la isla. El cereal y otros cultivos como la vid han sido tradicionalmente el sustento económico de la población. Reflejo de ello es la existencia de una bodega de la denominación de origen Ycoden-Daute-Isora. Presenta algunas muestras de arquitectura popular, con viviendas situadas cerca de los terrazgos de cultivos, hechas principalmente con piedra, maderas y tejas. El acceso a Tierra de Trigo se realiza por una carretera sinuosa, de estrechas curvas, por lo que se recomienda precaución. Sin embargo, el trayecto ofrece vistas magníficas de Los Silos, de Buenavista del Norte y del propio caserío, que aparece, casi por sorpresa, dibujado entre las montañas.

Este Mirador, recientemente reinaugurado, permite contemplar vistas asombrosas de esta zona del norte tinerfeño. Su privilegiada situación lo hacen benefactor de unas de las mejores panorámicas del norte de la isla. Contemplar desde aquí el mar y la belleza de los pueblos del norte de Tenerife es una experiencia inolvidable. Asimismo, el mirador cuenta con servicio de restaurante, cafetería, tienda de souvenir y aparcamientos.

El pueblo de El Tanque se sitúa en la zona alta del norte de Tenerife. En la visita conoceremos una localidad de marcado carácter agrícola, donde aún perviven parte de las formas campesinas con huertas y edificaciones tradicionales. Presenta un paisaje urbano donde destaca la Iglesia y el actual edificio del ayuntamiento, en el que se alternan construcciones junto a tierras de cultivo. La visita, a su vez, invita a conocer de cerca la riqueza gastronómica de la localidad, donde se puede saborear algunos de los platos más característicos de la comida típica canaria como el puchero.

En las zonas altas de Los Silos y El Tanque encontramos el pueblo de Erjos. Enclavado en un medio natural de grandes peculiaridades, permite descubrir no sólo parte de la esencia rural de estos parajes del norte de Tenerife, sino la belleza del medio natural en el que se localiza. Su pasado, tradicionalmente agrícola, continúa presente, en algunas huertas y zonas de cultivo. Aunque la actual tendencia sea el retroceso de la agricultura en beneficio de otras actividades y pese a éxodo rural y a la emigración, en Erjos continúan existiendo numerosos ejemplos de la vida campesina. El caserío presenta casas tradicionales, algunas de mayor antigüedad, otras de factura reciente. Asimismo, otros de los grandes atractivos de Erjos es la riqueza paisajística que ofrece. Además de la bella estampa rural que conforma el asentamiento, en la zona alta encontramos el espacio conocido como “Charcas de Erjos”. Las charcas se formaron como consecuencia de la extracciones de áridos llevadas a cabo en la zona durante las últimas décadas del siglo XX y destinadas a plantaciones del sur de la isla. Los socavones resultantes y el carácter arcilloso del suelo las han transformado en depósitos del agua de lluvia y han permitido la creación de todo un ecosistema original a su alrededor.